Un corazón en el que habita Dios, siempre estará lleno de esperanza. En muchas ocasiones sentirás que las fuerzas ya no forman parte de ti y es allí donde la esperanza, el amor harán que la fe regrese.
La fe en el creador que te hace volver tu mirada al cielo, pero tus rodillas al suelo, para reconocer que desde lo alto es que viene tu ayuda, tu refugio y tu consuelo.
No esperes a ver todo lo que te importa perdido, la mejor batalla es la que se da con rodillas al piso y un corazón en lo alto que busca con amor a nuestro rey Jesucristo.
La victoria es de Dios
Ángeles de Dios.