Amado hijo del creador, une tu corazón al latido universal, abre tu ser a recibir desde la conexión con nuestro Padre eterno, aléjate de la queja y permite que la gratitud fluya en tu ser, por cada milagro en tu vida, repite: gracias, padre gracias. Caminar es un milagro, moverse es un milagro, ver es un milagro, poder comer es un milagro, agradece cada uno de los milagros, en tu existencia.
Tener una cama donde descansar, una casa, un hogar, una familia, un empleo, amigos, agradece a Dios por todo y agradece que estás consciente que hay divinidad en todo lo que te rodea.
El camino de Dios está lleno de felicidad y escogerlo cada día de tu vida es tu elección.