Dios fortalece a aquellos que están agotados y les da nueva energía.
Solo Dios puede llenar tus vacíos, y renovar tus fuerzas, en la soledad te acompaña, en el dolor te reconforta y te da consuelo, en el llanto, es alivio y en el desvelo es el manto de paz que te hace reposar y te da la vitalidad para empezar de nuevo, así que búscalo con un corazón lleno de la esperanza, la esperanza que cultiva aquel que siempre confía en nuestro creador y lo reconoce como el gran Padre, su único Dios y el dios que siempre cuida y que jamás abandona.