Amada alma, no es tu trabajo cuestionarte por tu labor y alcance de acción; sin embargo, está en ti, corregir tus fallas, pero sobre todo hacerlo para ser más feliz y no cargar con el peso de un error que se vuelva a repetir, puedes transformar la forma como ves la situación, cambiando el error por ver todo como una lección, entonces:
¿Estás listo para aprender?
¿Estás listo para que tus guías te enseñen y te muestren lo que debes saber?
De eso se trata el progreso, intentar hasta aprender y en cada paso celebrar, lo que sabes hoy, que era desconocido para ti en el ayer, mira tus logros, observa lo has hecho bien, agradécete y fortalece tu fe.
Y que tu alma diga:
Bendito y alabado sea mi Dios de día y de noche por todas las generaciones.
Ángeles de Dios