Amada alma, no solo el cuerpo necesita sanar, las relaciones necesitan sanar, tus finanzas necesitan sanar, tu pensamiento necesita sanar, conecta con la naturaleza, con la abundancia, con el agua, con la brisa para que llegue a ti la bendición de la gracia divina y tus caminos sean abiertos y te fortalezcas en todos los aspectos de tu vida.
Eres amado, eres guiado, sé obediente, atiende al llamado.
Jesús caminó en la tierra y dejo testimonios de sus milagros, milagros de sanación, de abundancia, de curación tanto física, como del alma, y eres llamado a creer y ser multiplicador del bien.
Fortalece tu fe, cree en el llamado de tu corazón y deja que la gracia de Dios se muestre en todo su esplendor.
Confía en ti, como Dios confía en ti.
Y que tu alma diga:
Bendito y alabado sea mi Dios de día y de noche por todas las generaciones
Ángeles de Dios
